El tema de hoy es la fotoprotección, explicada por la doctora Brenda Tello, especialista en el cuidado de la piel. Aquí están los puntos clave abordados:
1. Importancia de la fotoprotección: El sol no es malo, pero la exposición excesiva puede causar quemaduras solares, fotoenvejecimiento (manchas, arrugas), lesiones pre-malignas (queratosis actínica) y malignas (cáncer de piel). También puede desencadenar enfermedades inmunológicas como el lupus.
2. Tipos de radiación solar:
- UVB y UVA: Causan hiperpigmentación y predisposición al cáncer de piel.
- Luz visible y luz azul: Incrementan la producción de melanina, afectando especialmente a personas con melasma. La luz azul de dispositivos electrónicos no es tan preocupante como la luz azul del sol.
3. Beneficios y necesidad del protector solar: Proteger la piel para prevenir problemas de salud, no solo cosméticos. Es importante aprender a cuidarse de la radiación solar.
4. Tipos de protectores solares:
- Químicos: Absorben y transforman la radiación en calor.
- Físicos: Contienen óxido de zinc, dióxido de titanio, entre otros, y son preferidos para piel sensible, niños o personas con alergias a químicos.
5. Aplicación correcta del protector solar:
- Mínimo SPF 30, idealmente SPF 50.
- Aplicar la cantidad adecuada de manera uniforme.
- Reaplicar cada 2-4 horas, más frecuentemente si hay sudoración o contacto con agua.
6. Orden de aplicación en la rutina de cuidado de la piel: Lavarse la cara, aplicar hidratantes o tratamientos, luego el protector solar.
7. Uso en niños: A partir de los 6 meses se pueden usar protectores solares minerales. Antes de eso, solo medidas físicas de protección.
8. Medidas físicas de protección: Uso de gafas, gorras, ropa protectora y buscar sombra, especialmente en las horas de mayor radiación.
9. Índice UV: Consultar el índice UV diario para ajustar las medidas de protección según el nivel de radiación.
10. Uso en interiores: Necesario si hay exposición a radiación solar indirecta o si se tienen condiciones como melasma.
Es importante una adecuada fotoprotección para prevenir daños a largo plazo en la piel, con un uso correcto del protector solar y las otras medidas físicas de protección solar.
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