En algunos casos, el agua, el fango, las algas y el resto de los elementos presentes en las termas pueden aprovecharse en su propia fuente, cuando el clima lo permite y la temperatura es adecuada, o de lo contrario, en cabinas y gabinetes.
En algunos yacimientos, es posible realizar terapias de inmersión en lagunas al aire libre, donde muchas veces, al placer causado por el baño, se suma el espectáculo que aporta el paisaje natural.
En otros casos, también existe la opción de sumergirse en piletas individuales ubicadas en los complejos. Si bien en cada terma las aguas presentan cualidades particulares,, todas son valoradas por su alto contenido de minerales como calcio, azufre, magnesio, potasio, carbonatos y zinc, entre otros.
A pesar de lo que comúnmente se cree, lo cierto es que el beneficio de los tratamientos hidrotermales no radica solo en la temperatura del agua, sino en una multiplicidad de factores.
Las cualidades físicas, químicas y biológicas de las diferentes fuentes termales son muy variadas y determinan sus propiedades terapéuticas.
Estas dependen del origen, profundidad y características del terreno donde se encuentra el manantial, por lo que presentan atributos diferenciados e indicados para distintas dolencias.
Por esto, la consulta médica es necesaria para encontrar las termas las adecuadas en función de nuestras necesidades.
En la Argentina, si bien se contabilizan más de 400 pozos termales, actualmente solo hay 15 en funcionamiento.
Carhué, a 520 kilometros de la Capital Federal, es uno de ellos y es visitado mensualmente por más de 1.500 personas durante el verano.
Otros centros que se destacan por su tradición son los de Río Hondo (Santiago del Estero), que reciben muchos turistas en invierno, y el Caviahue-Copahue (Neuquen), que principalmente es de temporada estival.
Aunque en el país los trabajos científicos sobre termalismo son escasos, las pruebas empíricas y los trabajos realizados por algunos dermatólogos y reumatólogos evidencian que miles de pacientes ven aliviados o curados sus padecimientos.
Según estosestudios, en cortos tiempos de estadía, los baños poseen una acción positiva, y si bien no actúan sobre la evolcion de la enfermedad, sí constituyen un complemento terapéutico.
Contraindicaciones de las aguas termales
Respecto a las contraindicaciones, los especialistas aseguran que no existen normas absolutas y que deben evaluarse al momento de elegir el destino y la terma, en el caso de las personas enfermas.
Una mujer embarazada o un paciente hipertenso deben consultar con su médico de cabecera y comentarle características y ubicación del lugar que quieren visitar.
La medicina actual rescata el termalismo y le otorga un lugar destacado como terapia complementaria, natural y no tóxica. Sin embargo, en la Argentina, no está aceptado dentro de los esquemas de salud ni reglamentado.
Actualmente el Ministerio de Salud de la Nación y un grupo médico evalúan una normalización al respecto para plantear indicaciones generales y estudiar a fondo las diferentes aguas, a fin de evitar expectativas falsas, promesas de curas milagrosas y complicaciones de cuadros por malas indicaciones.
Ya sea para vivir una experiencia de relax única o para tratar alguna patología especifica, las virtudes que llegan desde las profundidades de la tierra no pueden dejar de aprovecharse. Terapéuticas y reparadoras, las fuentes termales, una vez más, dan cuenta de la sabiduría de la naturaleza.
Consejos al elegir las termas
- No crea que cuando más caliente es el agua termal, más beneficiosa es para la salud.
- No abuse del tiempo de permanencia (20 minutos como máximo por baño).
- Controle periódicamente la presión arterial mientras dure su estadía en las termas.
- En el caso de padecer alguna enfermedad, el baño termal deber ser prescripto por el médico.
- Descanse después de las inmersiones.
- Recuerde que la composición del agua varía de acuerdo a la zona donde se encuentra la terma.
Fuente: Convivimos
No hay comentarios:
Publicar un comentario